jueves, 6 de marzo de 2014

Diversiones Peligrosas 

Autor: Swami B.A. Paramadvaiti

La vida humana es una oportunidad para superar la ignorancia y el egoísmo, y por lo tanto no se puede arriesgar. Para aprovecharla al máximo, hay que esforzarse a través de los métodos entregados por los sabios. 

En la actualidad se impone la idea general de que “hay que disfrutar el mundo”. Pero el concepto de disfrute es peligroso, autodestructivo y, a la vez, hace que las personas arriesguen sus vidas. Estas gastan grandes cantidades de dinero en cosas inútiles, solo para complacer sus deseos. Unos se intoxican con drogas y alcohol, otros realizan actividades que exponen constantemente su bienestar y salud. En el afán por alcanzar felicidad artificialmente, el ser humano hace cosas absurdas, sabiendo por experiencia que está equivocado y que al final de cuentas terminará desalentado.

Cuando las personas no logran orientar su vida de manera satisfactoria y consecuente, toma fuerza la necesidad de gratificar los sentidos para evadir los problemas y los vacíos existenciales. Mucha gente se entrega a la vida sexual, por ejemplo, y cae en la promiscuidad, arriesgándose a contraer enfermedades como el SIDA. Pero el sexo tarde o temprano terminará defraudándolos, pues es un placer tan breve que no alcanza a colmar las espectativas de disfrute. Al retornar el tedio a sus vidas, se apoderan de ellos estados de desaliento y frustración, que hacen que empiecen a considerar la alternativa del suicidio. Es tal la crisis, que sólo aspiran a morir.   

Para mantener el control de la vida y darle un dirección afortunada, el ser humano debe controlar sus sentidos y darse cuenta de que la diversión material es solamente una tentación que niega la vida interior y, por ende, no satisface plenamente el ser. Según los sabios de la India, existen algunas actividades especiales para complacer el alma: el estudio de libros sagrados como el Srimad Bhagavatam o el Bhagavad Gita tal como es, el servicio a la divinidad a través de actividades sinceras dirigidas por devotos del Señor serios y sinceros, y el canto o la recitación del maha mantra ―Hare Krishna Hare Krishna, Krishna Krishna Hare Hare/ Hare Rama Hare Rama, Rama Rama Hare Hare―, que contiene los santos Nombres de Dios. Uno puedo servir al Verdad a través de la lectura, el servicio con devoción y el canto. 

Cuando servimos la Verdad Suprema, experimentamos la máxima satisfacción de la vida humana, debido a que se experimenta ananda, que es la felicidad que surge cuando nos ocupamos de los asuntos del alma. El Señor Krisna y su devoto puro, Srila Prabhupada, dan fe de esto. Es muy importante confiar en los sabios y abrazar esta posibilidad, tomando distancia de las actividades mundanas que solo traen desolación. Despierta, alma dormida, despierta, es el llamado que Dios hace al ser humano para que se desarrolle espiritualmente y se perfeccione.

Para llegar a la perfección añorada, debemos buscar ayuda, ser valientes y arriesgarnos. Y ¿qué se arriesga? Se arriesga el egoísmo y el deseo de explotar, para ubicarse en la plataforma de la dedicación a la vida espiritual y el servicio a la humanidad. Tenemos ante nosotros la oportunidad de aprender a amar. La vida espiritual no ha defraudado a nadie, pues es tan dulce que da un gusto superior a las personas. Es tan agradable que, prácticamente, no se desearán de nuevo los placeres ni los deseos materiales.